Latidos

pexels-neosiam-590059-scaled-thegem-blog-default

¿Cómo se puede seguir enamorada de alguien con quien no sucedió nada? Han pasado siete años desde que te conocí en la escuela. Aún recuerdo cuando te encontré en aquel taxi, te sentaste a mi lado sin saber quién era yo y desde entonces ya hacías latir mi corazón.

Te escribo porque estoy pensando en ti y me gustaría decirte, al menos por escrito, lo que me hubiera gustado decirte frente a frente, sin pena ni prejuicio alguno. En realidad, no sé el momento exacto en que me gustaste, solo sé que desde la primera vez que hiciste acelerar mi corazón supe no solo que me gustabas, sino que estaba enamorada de ti, a primera vista. Honestamente no sé si pueda llegar a olvidarte porque mentiría si dijera que lo peor de todo fue que no fuimos nada, ni conocidos, ni amigos, ni novios… lo peor de todo fue y será que nunca sabré si sentías lo mismo que yo o al menos si alguna vez hice latir tu corazón. Eso es lo peor.

Durante los dos años que quedaban de escuela nunca cruzamos palabra alguna, pero sí emociones que nuestros cuerpos y nuestras miradas delataban. Siento que de alguna forma nuestros corazones se sentían conectados cada vez que nos mirábamos, bien dicen que los ojos nunca mienten. Soy fiel creyente de que todo pasa por algo, incluso si no pasa, así que creo que nuestra historia, así como muchas otras, simplemente no tenía por qué suceder. Pero gracias… gracias porque sin saberlo me regalaste momentos muy bonitos y tiernos que nunca olvidaré, encuentros casuales o destinados en los que me hacías pensar que algún día me ibas a hablar o que yo lo iba a hacer. Fueron momentos mágicos y fugaces que para otras personas pudieran parecer sin sentido, para mí lo fueron todo y siempre se quedarán en un pequeño rincón de mi memoria. Así que, por hoy, con esta carta, te dejo en libertad, aunque sé perfectamente que cuando te vuelva a ver, mi corazón volverá a latir como la primera vez que te vi.

11

Dejar un comentario

X