Tiempo

Tiempo, tiempo, tiempo.

Tengo 24 años, no, menos, 25.

Tengo 26.

25, la pandemia no cuenta. 27 casi, para ser exactos.

Faltan 7 días para mis 27 años. Veintisiete.

Y cuento el tiempo.

El tiempo es el tema de este texto, ¿no?

El tiempo me busca, marcan las 22:22

Se marcan las 22 con 44.

Se marcan las 23, hay tiempo límite y yo sigo contando. Una vez las 24 ya no habrá 25. No podré enviar el texto.

Ayer soñé que se inundaba, sentía el agua creciendo poco a poco rodeándome las piernas y comenzaba a desesperarme. Me rescataban, casi se me acaba el tiempo. No quiero volver a soñar eso, he soñado de mil maneras cómo se acaba el mundo.

Tenía la idea de escribir un texto que tuviera métrica o al menos un chiste corriente sobre el tiempo, los segundos, los minutos, las horas, los días, las semanas, los meses, los años… Hacer un chiste sobre tener 24 y cumplir 25, 26, 27.

Veintisiete párrafos con el mismo chiste corriente, veinticuatro de ellos sin ser demasiado personales. Qué prisa. La canción que escucho ahora dice que la vida es un momento y que se hace tarde, ¿tarde para qué?

Escribir, escribir, escribir.

Qué presión, qué barbaridad, adiós minutos. Algo tan sencillo, igual a los minutos que se van.

Se van, se van, se van.

La canción habla de la memoria también, ¿Qué es la memoria? Yo creo que es una mala distribución del tiempo, hace lo que le viene en gana, lo guarda disparejo. Tantos años de la humanidad buscando cómo acomodarlo para que esa maldita haga lo que le viene en gana. Eso son los recuerdos, un intento frígido de guardar el tiempo. Tiempo.

Son las 10:54 ¿Qué voy a hacer? ¿Si envío esto a las 11:50, es válido, no? Claro. 

Sigue siendo 31. Sigue siendo. Sigo siendo.

¿No da miedo? ¿No es eso lo que da miedo? Seguir siendo, seguir guardando memorias, seguir viendo pasar el tiempo.

¿Seremos tiempo? Un tiempo mal recordado quizá ¿Y quién recuerda? No lo sé. 

Pero aquí estamos en la propia distorsión. En el propio tiempo memorial, en el mismo olvido de quien vive y se va. Al final, el olvido es más amigo del tiempo que enemigo, el olvido sabe ver al tiempo pasar.

10:57 pm.

Pasar, pasar, pasar.

Lo enviaré ya. Debieron proponer otra cosa, el tiempo está por todos lados, en las paredes, las fotos, los ojos, las arrugas, los cielos. Usamos esa palabra para todo, para los días, las épocas, las sinfonías, hasta el clima. El clima.

22:59 pm.

Escribir es también congelar los pensamientos en eso a lo que llamamos…