¿Seguimos estando bien? Si te digo que mi corazón duele y está confundido por causa tuya, ¿te sentarás a mi lado e irás desenredando los cables de este dañado corazón, o seguirás el guión que ya se ha imaginado mi mente? Al final de esa historia solo veo la silueta de tu espalda alejarse cada vez más y más.
Pídeme que esté tranquilo. Dime que pronto volverán los buenos tiempos, que pronto el sol y la luna se volverán a encontrar, que lo nuestro no fue algo pasajero. ¿Este es nuestro fin? ¿Tan poco duró el eclipse? Parece que el sol y la luna están volviendo a sus respectivos lugares en el firmamento.
Dime que la luna, el fondo del mar y el bosque son nuestros lugares de reunión, hazme saber que aún me quieres de la misma manera, dímelo de forma que no le des oportunidad a mi mente de tergiversar tus palabras.
Necesito que te quedes conmigo. Necesito que regresen los buenos tiempos, que regrese el sol. Estoy buscando mi luna, estoy buscando tu amor, desesperado como un niño que, en medio de la oscuridad, busca una luz para alejar a los monstruos temiblemente imaginarios.
Dueles más de lo que tenía previsto. Mi corazón se ha quedado sin vendas. Mi cabeza está produciendo su propia utopía, donde cada escenario parece más terrible que el anterior, una película donde El resplandor y El conjuro parecen simples comedias.
Mi corazón busca un modo de seguir aferrado a ti, pero mi cabeza ya te quiere dejar ir. Dime, ¿a quién debo hacer caso? Dime con quién me debería ir. ¿Es obligatorio escoger a una de las dos? Porque ser tan radical con respecto al tema del amor, esperar o escapar, este sí es un verdadero dilema.
Dime si ya se acabaron los buenos tiempos o si sólo nos estamos tomando un descanso. Dime si caminamos en la cuerda floja o en un ancho puente, si aún vendrán buenos tiempos o si caeremos en un círculo donde ninguno de los dos se quiere alejar, aunque ya no pertenezcamos uno al lado del otro.
Dime si encontraste a alguien más o si yo hice algo mal, dime en qué puedo cambiar y qué debo evitar. No quiero alejarme de ti, pero esta incertidumbre duele más de lo que había previsto.
No sé si vendrán buenos tiempos, o si los que pudieron haber venido se quedaron sólo en una vaga posibilidad.
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