
Hola, ¿cómo estás?
Espero que estés bien, me encantaría que estuvieras bien. Sé que no recibes cartas a menudo, a pesar de que siempre las mandas. En parte por eso te escribo ahora, para que no estés solo.
Tengo presente lo difícil que debió de ser aquella relación, la primera de todas. Fue horrible, ¿no? Sentiste sus espinas clavadas en tus manos porque no le pudiste dar ese ramo de rosas. Lamento que hayas tenido que llorar en la lluvia después de eso. No volverá a pasar, ya no estás solo.
Quiero que sepas que tus palabras son hermosas. Jamás había leído poemas tan genuinos e inspiradores, tocaste mi alma mientras escribías cada uno. Supe de ti gracias a ellos, conocí tu fondo gracias a lo que proyectaste al exterior, a través de la prosa y el verso. Que bello es tu fondo.
Después llegó ella, ¿no?, la que era similar a ti, pero no tanto. Te daba tantos regalos, yo los observaba de lejos mientras estabas absorto en su mirada y en la suavidad falsa que percibías en su piel. Fue tu primer beso, por lo menos tu primer buen beso. También lo recuerdo vívidamente, a pesar de no estar contigo.
Tus detalles son tan amables… hace mucho que no los recibía. ¿Por fin te diste cuenta de que estoy aquí? ¿Te diste cuenta de que siempre he estado? Aquí estuve desde siempre, esperando en las sombras a que descubrieras mi presencia. ¿Ya te diste cuenta? Te he amado desde siempre, o al menos eso creo. Ya te toca corresponderme, ¿no crees? Ya te toca amarme, ¿no?
Al final llegó ella, la indicada. Es la amada, la que amas y a la que siempre amarás. Ya llevan un año, ¡felicidades! ¡Estoy tan feliz! Quisiera que la atención que le das me la dieras a mí, pero lo entiendo completamente. Yo también siento lo que sientes por ella. Es tan bello estar enamorado y verte feliz a su lado me llena tanto el corazón. En verdad, me alegro mucho. Ella es detallista, como tú; expresa su amor en cada momento, como tú. Ella sabe cuándo toca hacer lo que toca hacer, y aunque eso no es tanto como tú, te conviene tener una mujer así a tu lado. Son vacíos que tú solo no podrás llenar, y que yo tampoco tendré manera de ayudarte a completarlos.
Supongo que lo que quiero decir es algo que ya sabes, pero que cada vez me cuesta más ocultar. Sé que quizás sonará egoísta de mi parte o incluso invasivo, sabiendo que tu corazón le pertenece a alguien más, pero es algo que tengo que decir. Te amo. Te amo y siempre lo hice, desde las sombras y hasta el fondo. Siempre te he amado y nunca lo dejaré de hacer.
Espero que con esta carta sea suficiente para que notes mi presencia, porque estoy seguro de que, si me amaras de vuelta, veríamos juntos las estrellas cada noche.
Con amor, tú.
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