Amortem perpetua

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Carta con fecha del 5 de diciembre de 2021.

 

—Mientras estemos juntos —pude sentir el calor de tus labios tras pronunciar su última frase—. Mientras coincidamos en este último sueño. Solos. En este último encuentro.

Tus labios saben al bálsamo que sella el sobre de esta carta. Tu beso es la fragancia que, como los pétalos de jacaranda, cubren de color lavanda mis recuerdos. Respiras lento… Escribo este des-amor recorriendo la lejanía de un mañana prometido y de un ayer eternizado en nuestro pergamino amoroso. (Cuando volteé a ver las jacarandas sus pétalos ya se habían marchitado).

***

—No quiero irme.

Estamos juntos, permanecemos así recostados en la penúltima tarde de octubre. El tiempo nos recorre, nos marchita, se nos encarna. El tiempo en el encuentro de nuestro instante amoroso, se vuelve perpetuo, atenta contra la muerte. No hay devenir, todo se reduce a un espasmo orgánico del que brota la eternidad. Es ese momento el que proyecta el sentido de las formas vívidas, vuelve. Retorna como el trascender del ocaso. Estás en mi recuerdo nocturno.

***

—¿En dónde queda todo el contenido de lo vivido?

El amor que se escribe retorna como el sentido acaecido de haber ardido en un instante, el crisol de una convergencia latiendo en el abrazo de nuestros corazones aquella mañana: despertábamos como el alba que acaricié alumbrando en tu regazo, es este el bello dolor puesto en un delicado trazo, el de mis letras rozando tu instantánea presencia. 

Tu pecho es mi prontuario escrito con el rojo candor que desviste mi sangre: y como este rojo sangre que amanece en vela, son mis mañanas puestas en melancólica transición. Eres dolor en la ruptura, una escritura perpetua que sublima pasión y una caricia ardiendo, que yace, que permanece. Una herida aún expuesta.

El plúmbeo color de mi tinta impregna en esta hoja escrita el ralentí de nuestros días. En tus manos se ciñe una promesa que recorre las horas pernoctando de una noche haciéndose mañana, como una promesa oculta.

Recuerdo finalmente tu último beso. Encuentro un refugio en la comisura de tus labios, des-encuentro de nuestros sueños, funden la distanciada esencia de nuestros cuerpos.

P.D. Eres la promesa que florece de este amor inscrito a destiempo.

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