Irreversible

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Son las 20:30, han transcurrido sietes meses entre el último instante hasta el día de hoy. Contrastando con el pasado que hay de por medio, esta medición es mínima. Aún no puedo pronunciar una sola palabra por la que no derrame una lágrima, pero el dolor es tan humano como el placer, el miedo, la felicidad, el odio. Todo es un proceso, pero indiscutiblemente lo que ya ocurrió es irreversible, como la película.

La herida continúa fresca, es profunda, pero cicatrizará. Tengo la firme convicción de que sucederá porque este espíritu quebrantado todavía tiene la fuerza de un agujero negro para absorber este universo llamado yo. En los tejidos del pasado perdí la esencia de lo que soy, buscándome como aguja en un pajar; si el tiempo lo arruinó todo, ahora comprendo que no seguiré indagando en lo sucedido porque ahí ya no existo.

Todavía no puedo hablar de vos porque la herida sigue abierta. Estoy frente al puente que conecta al presente, el inspector de caminos dice que tardaré en llegar a la senda del futuro, pero no llevo prisa, estoy meditando, cuestionando, externando, llorando, resistiendo y un sinónimo más, a este dolor tan humano, producto de un pasado irreversible; un proceso al que yo llamo transformación.

La transformación es una Titanomaquia. Si el tiempo lo arruinó todo, sólo desearía rescatar mi esencia perdida en ese pasado irreversible, pero no soy Cronos; soy un ser humano frágil detenido frente al puente que conecta al presente, horrorizado por responder al inspector, quien no es un desconocido sino vos cuestionando un porqué. Mis indagaciones personales reconsideran volver al pasado y rescatar mi esencia robada por el inspector o continuar y construirme de nuevo.

Todavía no me autorizan el paso. Aún me duele pronunciar una sola palabra por la que no derrame una lágrima. Ese inspector, de nombre Tiempo, exige un porqué como pase. 

Este espíritu quebrantado, con la fuerza de voluntad que le queda para avanzar, se pronuncia ante el Tiempo: «Tú ya perteneces al pasado y el pasado es irreversible, lo arruinaste todo porque somos un caos, un tornado que destruye todo a su paso. Yo era ese tornado aferrándose a su curso, defendiendo con furia la esencia que me quitaste. Hoy estoy aquí frente a ti dispuesto a transformarme».

Me abandoné a mí misma, me perdí en un pasado irreversible, tengo miedo a la transformación que estoy sufriendo, mi espíritu está quebrantado y mi corazón roto. Si el tiempo lo arruinó todo, debió de ser por una causa cuyo efecto hoy se resiente. Estoy resistiendo, nadie me dijo que pronunciar una palabra sobre vos dolería, tanto que aún arrojo lágrimas cuando lo intento.

Ya son las 21:32, en el reproductor está sonando Ma l’amore no, versión de Ennio Morricone para Malèna, y lo que el tiempo un día arruinó, hoy acepto con nostalgia que es irreversible.

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