La palabra huida

pexels-cottonbro-6284254-scaled-thegem-blog-default

Distante y pensativa. 

Dolorosa y carcomida. 

Se halla la palabra dormida 

en la garganta derruida. 

Pasan los segundos, 

y la palabra sometida 

al estertor apabullante 

de una voz transida. 

Dolor de una herida callada.

Llega la palabra vencida

al cauce de una boca tímida. 

Por un grito electrizante

la palabra es devorada,

y, con un llanto, destruida. 

Lágrimas perversas,

lágrimas insultantes. 

Cada una de ellas 

reemplaza las sílabas 

de la palabra huida.

4

Dejar un comentario

X