Muchas vidas en una

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Renacer. ¿Será posible que haya más vidas después de esta? ¿Para la próxima vida me tocará nacer en Francia, en España o en otro bonito lugar de Europa? O por el contrario, ¿naceré con carencias en un país en vías de desarrollo, en una familia pobre y numerosa? No lo sé. La verdad es que tampoco me interesa, porque en una sola vida se puede renacer más de una vez. 

Se renace cuando sientes que ya no puedes y aun así te esfuerzas por sacar las cosas adelante, cuando te renuevas en ideas, conocimientos y creencias. Muere una versión de ti y surge una nueva que está más preparada para enfrentarse a la vida, que día con día nos presenta nuevos retos. 

Mi último renacimiento del cual he sido consciente fue hace no mucho, cuando descubrí que ya no había rastros de la persona que era, pues ya no tenía la misma rutina, ya no me preocupaban las mismas cosas, mis prioridades habían cambiado y también las personas que me acompañaban en el camino. Era otra persona en un mismo cuerpo. Creo firmemente que esas personas que te llevan a un renacimiento son ángeles en la vida, pues no cualquiera es capaz de esmerarse tanto por obtener la mejor versión de una persona y eso se agradece hoy y siempre, aunque no siempre el renacer es bonito. 

Renacer duele, lastima e incluso incomoda porque te hace identificar tus errores, y es complicado reconocer que nos equivocamos, que somos inmaduros, necios y bastante orgullosos. Hoy amo esta versión de mí, pero sé y estoy consciente de que un día esta etapa pasará y morirá. No será fácil, pero la que viene será una mejor. 

Por eso, no importa si después de esta vida tengo otras, con esta puedo tener muchas.

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