
Ver tu rostro todos los días, tus ojos, ¿tus labios, quizá?
Saber que no estás aquí, y aún así suspirar cuando te cruzas por mi mente.
Admirarte a través de una pantalla, anhelando el momento de poder tenerte frente a mí. Abrazarte, decirte tantas cosas en ese momento efímero. No poder decir nada, llorar, o simplemente grabar tu calor en la memoria.
¿Siempre fue así? ¿En otro tiempo o universo, seguiría siendo así?
A veces me pregunto si realmente…
¿Eso atrae la felicidad? Honestamente, nunca me lo cuestioné. ¿Sabes? Creo que no funcionaría, por más que digan “es algo hermoso, hasta que lo vivas sabrás qué bonita experiencia, eres joven”.
Qué irónico, ¿verdad? Tanto tiempo rechazándolo, “experimentando” y siempre fallar, huir de ello, sentirme en desagrado… después de tanto, aceptarlo contigo. Así, de repente. Llegaste para quedarte.
Realmente creo que llegaste en el momento preciso sin pedirlo, como todo en la vida. Pero a diferencia de otras ocasiones, no ha sido para empeorar la situación. No ha sido para llenar un vacío. No ha sido porque “lo necesitamos”. Fue… racional. Demasiado racional.
¿Cómo explicarlo? Esa es la pregunta. ¿A quién explicarle? ¿Y cuándo hacerlo? Pero, ¿para qué? ¿De qué sirve explicarle a alguien externo este sentir? ¿Acaso es realmente importante lo que los demás piensen, digan o sientan sobre algo en lo que no participan?
¿Cuál es la necesidad de querer o exigir explicaciones? Vivir y dejar vivir, dicen. ¿Respondí la pregunta de la felicidad? Oh, no… ¿tú qué piensas? Después de meditar, pienso que no. Aun pensando en ti, sostengo que no. La felicidad es subjetiva, pero creer que un sentimiento es el único motivo para obtenerla, es…
Tonto. Así me siento muchas veces. “Date una oportunidad, vamos, no has vivido lo suficiente”. No me interesa. No me importa. No quiero. No. ¿Quizás no me explico bien? Prefiero estar solo, hasta la muerte.
Solo, pero contigo. Nada lógico, ¿eh? He llegado a cuestionarme si de verdad siento eso por ti. Si es por tu voz, si es por tu físico, si es por un ideal falso que quizás inventé.
La conclusión: porque eres tú. Nada más. Simplemente por existir y ser tú.
Me pregunto si en otra vida estaremos juntos. Me pregunto si seguiré sintiéndome igual en unos años. Me pregunto tanto…
Me pregunto qué tanto nos podemos amar. ¿Qué significa amar?
…
Es bello.
Es irracional.
0