
No hay suficientes palabras que puedan explicar los sentimientos,
los sentimientos son intensos o débiles, son honestos o falsos,
son interesados o desinteresados, son puros o están sucios.
Son cálidos o son fríos, son coloridos u opacos, son felices o tristes.
Son grandes o pequeños, son genuinos o mentirosos.
Cambian las palabras cuando amamos.
Cuando amamos, un “cuídate” puede arropar, puede calentar;
cuando no, trae inviernos.
Con amor todas las palabras florecen,
de los “Hola” brotan rosas y se abren caminos
y en un “te extrañé” inicia la primavera y se desata una ola de besos.
Sin embargo, cuando el amor se va, también se acaban los brotes.
La tierra se seca y nada vuelve a crecer.
Un “Hola” solo significa “Hola”
y un “adiós” es realmente una despedida.
Para ti, mis palabras aún son semillas.
Aunque las tuyas, para mí, hace mucho se pudrieron.
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