Nocturno vegetal

Por la noche

cuando todos duermen,

crecen las plantas a otra velocidad.

La flor se abre,

su pistilo tiembla en la dicha de su savia

y no podemos atestiguarlo.

No corre igual el tiempo en esas horas.

En la corteza del árbol

gira el hoyo del carpintero

y en él pone sus huevos el misterio.

El viento columpia en las ramas

su danza temblorosa

y caen las semillas a la tierra.

A veces, cuando todos duermen,

me deslizo entre las sombras

a anhelar los secretos de las plantas,

a saciarme en sus olores,

a tomar con mi lengua

sus aguas verticales.

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