No

pexels-josie-stephens-23008-scaled-thegem-blog-default

Había una vez un hombre con cara de “No”. Cada que alguien le preguntaba si quería tener una cita, así es, él decía: No. 

Algunas veces, para divertirse, les daba su número, emocionados se iban sin corroborar para luego escuchar: «El número que usted marcó NO existe, favor de verificarlo». Y si acaso contestaban el teléfono, descubrían que era el número de alguna pizzería random.

Aunque no era su palabra favorita, la usaba regularmente: 

—¿Me prestas dinero, amigo? —le preguntaba siempre Coco. No hacía falta que dijera una palabra porque su cara respondía por él. 

Me gustaba, quería ser como él.

Alguna persona enamorada se acercaba y me decía: «Por favor dame su número». Yo respondía ayudando a mi amigo: «No».

Decir que “no” era satisfactorio para mí, pues siempre estaba a disposición de otros, como jefa del grupo, voluntaria y mi empleo de medio tiempo en una tienda de auto servicio: “Sí, claro, como guste, yo lo llevo, yo lo limpio”. Por esta razón me decían de cariño Sisi y olvidé mi verdadero nombre. 

Éramos tres amigos Coco, el Hombre No y yo, Sisi; decidimos decirle “Nono”. Los demás también comenzaron a llamarlo así.

Un día estaba en una banca y vi a lo lejos a Nono rechazando a alguien, luego fue conmigo.

—Sisi no está disponible, por favor deja un mensaje después del tono ¡Bip!

—Muy graciosa, oye ¿crees que soy guapo?

—No ؙ—él era la única persona que no me juzgaba si decía que no.

—¡Tenías que decir que sí está vez! —me recriminó sujetando mi rostro con ambas manos. Sí era un hombre muy atractivo, pero era satisfactorio decir que no—. Otra vez ¿te parezco…?

—¿Un loco? Sí —ambos reímos, me soltó y se sentó a mi lado. 

—¿Tú saldrías conmigo, Sisi?

—No sé.

—¿Por qué? —me miró intrigado.

—Pues nunca lo había pensado. ¿Y tú? 

Se produjo un silencio que no me esperaba, pero fue aún más impresionante la palabra que escuché después.

—Sí.

A su lado aprendí a distinguir lo que sí me gustaba y lo que no, así recuperé mi nombre: Sol. No volvió a decirme Sisi ni yo volví a decirle Nono, aunque su nombre lo conservaré solo para mí.

10

Dejar un comentario

X