Nicodemo, de los principales maestros de Israel, no se había dado cuenta de algo muy especial cuando dijo: «¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?».
¿Qué significa renacer? La palabra renacer es una palabra que tiende a originar pensamientos banales sobre el acto en sí mismo. No significa soportar el remordimiento de conciencia por nuestras malas obras o nuestra complicidad con aquellas acciones con las que nos autosaboteamos, una y otra vez. Tampoco es la posibilidad de elegir hacernos daño permaneciendo en lugares donde está más que dicho que no somos necesarios. En otras palabras, renacer no significa soportar nuestro sufrimiento cuando está en nuestras manos poder cambiar las cosas. Renacer puede ser la posibilidad de arrepentirse de una acción y aceptar que la lucha que inicia es la de soportar la tentación de no volver a caer en ella.
Renacer para ser para ser mejores personas y para mantener la esperanza de que este mundo aún puede llegar a ser el hogar que tanto hemos idealizado como especie.
Lo difícil es que el renacimiento es un proceso difícil. Para renacer necesitamos haber pasado por una época de oscurantismo en nuestra vida, conlleva dolor y muchas penas. Se necesita valor y decisión cuando sentimos que volver atrás, en lugar de seguir, es lo mejor. Sin embargo, aunque el proceso sea doloroso y a veces vergonzoso, nos daremos cuenta de que después seremos una nueva persona, totalmente diferente. Podremos recordar, pero con el fin de seguir aprendiendo por la experiencia, ya no sufriendo por aquella circunstancia que aprisionaba nuestro espíritu. Se podrá hablar de ello como simple experiencia, pero no tendrá más poder para lastimarnos. Si estás en proceso, continúa. Si has logrado volver a renacer de un proceso doloroso, lo celebro.
La clave para poder llegar a ser un humano capaz de seguir y superar sus obstáculos, de dejar atrás aquello que hiere al espíritu, está en la capacidad de reconocerse como persona autónoma que, al mismo tiempo, pertenece a un todo; está en reconocer que podemos, a través de nuestra historia, inspirar a otros para ayudarnos mutuamente a salir de los abismos.
No podemos nacer físicamente de nuevo. Se nace una vez, pero la acción de “votar lo que ya no sirva, aunque nos duela” y tratar de encontrar el camino adecuado para nosotros está en una sola palabra: Renacer.
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