Hoy le escribiré la última poesía y, como en la primera, le recordaré lo bello de su sonrisa.
Hoy le escribiré diciendo todo aquello que pensaba mientras la veía arreglar su cabello y sus ojos brillaban como estrellas del firmamento.
Hoy le escribiré sin razón alguna. Sé que el tiempo apremia porque pronto se irá de mi lado.
Hoy le escribiré como se escribe a quien se quiere, a quien se extraña, para quien los silencios solo son palabras de miradas.
Hoy le escribí, aunque mis letras no lea, aunque no sepa que estas palabras son para ella.
Hoy le escribí, la puerta he cruzado, en la bestia me he montado, para el norte, para la frontera vamos.
Querida familia, a mi madre les encargo y espero con mucha suerte pueda decir que el sueño logramos.
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