Trágame Tierra

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Trágame Tierra

para sentirte otra vez,

para volver a conectar contigo,

para quererte como siempre debí hacerlo.

Para que en tu naturaleza

de encantos

pueda volver a mis orígenes.

 

Trágame Tierra

para sentirme como un niño:

maravillado por todo lo que eres,

protegido por tus fortalezas

contra las vicisitudes de esta vida,

del exterior que fue atacado por hombres impunes,

y cuyo aire hoy me envenena.

 

Trágame Tierra

para curar mis heridas.

Esas que fueron abiertas 

por la palabra de quienes te quebraron;

que negaron libertad a las palomas

y vuelo a las golondrinas,

rastro a las lombrices

y canto a las aves;

que negaron florecer la primavera 

para siempre.

 

Trágame Tierra 

y sáname

del cáncer que está dentro de mí,

en todas las células de mi cuerpo;

en mis pulmones llenos de humo,

en mi piel quemada por fuego,

en mi estómago lleno de muerte

y en mi mente llena de basura.

 

Trágame Tierra

para estar cerca de tu alma,

de tu corazón.

Para sentir en carne y hueso tu pureza

y librarme del sufrimiento 

que cargo sobre mis hombros,

del sufrimiento que es

vivir en tu exterior

sofocado,

asfixiado,

muerto.

 

Trágame tierra

para conocerte,

porque he vivido tanto alejado de ti

que ya ni siquiera recuerdo lo que eras,

lo que en el fondo eres.

Ese ser que me cobija

con su infinito amor,

con su infinita alegría

y su grata perfección.

 

Trágame Tierra

y perdóname

a mí y a toda la humanidad,

por haberte destruído

sólo por necedad;

por haberte dañado

sólo por capricho,

por haberte explotado

sólo por el ego de muchos,

y por seguir haciéndolo

porque somos ciegos,

tercos, tontos e ignorantes;

porque no te sabemos valorar.

 

Trágame Tierra

y dame esperanza.

Mi mundo está perdido

y tu exterior, por nuestra culpa,

muere.

Dame otra cara para creer

que el futuro se puede salvar,

aunque no sea posible.

 

Trágame Tierra

para morir contigo.

Es mi culpa, es nuestra culpa,

tu decadencia, tu fin.

Trágame para ver directamente

lo que hemos provocado:

matarte a ti

y matarnos a nosotros.

Y así, 

con el alma llena de arrepentimiento,

desde el fondo de mi corazón,

pedirte un perdón

verdadero.

Trágame.

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