Cartografía del andar (Divagación)

pexels-daria-shevtsova-1376204-scaled-thegem-blog-default

Salí a caminar hace un año, hace un año vengo andando. He perdido la noción de cuánto pasos son, cuál es la profundidad de cada uno y, sobre todo, he perdido el sentido, la dirección, el ritmo, sabe dios a dónde voy. Me acompaña la única certeza de los 365 días porque alcanzo a vislumbrar el punto 0, el punto muerto, el origen de la andanza. 

Mi abuela me dijo alguna vez que, si caminaba un año al rededor del devorador de espíritus, si lograba sortear todo aquello factible del mundo sobre mí, volvería al punto inicial y encontraría finalmente mi hogar hecho, levantado de muros rígidos, donde podría descansar finalmente. Pero he vuelto y no hay nada. ¿Habré errado la dirección? Sabe dios de dónde vengo, no tengo ya  memoria suficiente o certeza sobre algo.

Seguí en línea recta por un año. Antes de eso lo hice innumerables veces en otras direcciones; bueno, no innumerables, quince veces he dado la vuelta a este celestial coloso y sigo encontrando marcas sin dueño, pasos confrontados, terrenos difusos. Dejé una marca azul en este punto yermo, no hay otra cosa, no puede ser otra que mi marca azul, no puede ser el mismo punto, no parece el mismo, no se ve igual. 

Por primera vez me detengo, ni siquiera encuentro a mi abuela, no pude haber ido tan lejos, ¿o sí? Hace varias vueltas que no escucho su voz, por primera vez siento el dolor de las piernas, por primera vez escucho el silencio brutal de encontrarme sin mapa, sin brújula, sin camino de piedras para volver, en la casi oscuridad del tiempo mismo. Extraño. ¿Qué podría extrañar si nunca he tenido raíz en ningún lugar? Sabe dios en dónde estoy. Por primera vez me quedé sin el motor de la búsqueda primigenia, no hay agua de algún río, altura de montaña, soltura de desierto que me quite la conciencia de saberme extraviada, nada me quita este desear no sentirme a la deriva de la cascada, al filo de una formación rocosa con las olas reventando frente a mí. 

He vuelto al punto 0, he encontrado la tierra sin semilla, he dejado la tierra sin huellas, es el mismo punto, pero todo es diferente, tal vez llegué lejos esta vez.

Probablemente siga caminando, ya no espero volver a escuchar a mi abuela o encontrar la promesa cumplida. Deseo no ver mi reflejo en ninguna parte, no podría reconocerme, pero supongo que está bien, la distancia recorrida la llevo marcada en el cuerpo.

21

Dejar un comentario

X