Ir de ti al mundo

pexels-javon-swaby-1697620-scaled-thegem-blog-default

 Para O. E. O. P. 

 

Todos saben lo que tienen cuando lo pierden,

en tus manos yo toqué 

las aguas de la escorrentía,

la piel dura de los tiburones,

los grises de la pupila maravillada,

cada palabra que se pronunció 

en nombre de lo inverosímil, 

la magia negra y blanca, 

el silencio entrando en un bosque.

En tus ojos yo sentí

la frescura de la luz, 

el calor mezcalino que hace de un cuerpo su propia envoltura,

la migración de las abejas por toda la piel,

la extensión inhóspita de la Antártida,

la selva cayendo sobre mí. 

En tus brazos se ataban

el Océano Atlántico y el Pacífico 

toda la sal del abismo

descubriendo la superficie 

por vez primera,

diferentes colores 

la misma desmesura,

lo que no se puede ver en un solo parpadeo,

las fisuras del agua 

dejando filtrar el resplandor.

En tu lengua se fraguó

un designio irrevocable,

un paréntesis al llegar, 

la oscuridad con que nací.

Seguro estás

en algún lugar sin nombre,

no en mi gratitud por los alimentos, 

ni en mis búsquedas de diccionario, 

ni en el alivio de sacarme los zapatos,

pero te encuentras impetuoso 

cada vez que busco sorprendida

el fondo del mar 

o cuando la montaña late sobre mis pasos, 

ahí donde pertenezco 

sin entender nada.

 

51

Dejar un comentario

X