Almas gemelas

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Son las únicas que saben de tus sueños. Por las mañanas agarras las hojas y escribes sobre ellas para contarles tus más grandes deseos. El papel no te escucha, pero te siente. La forma de tus trazos revela las emociones que liberas al escribir las palabras. La fuerza de tus grabados habla. De alguna forma, el papel comprende el significado exacto de lo que cuentas. 

Por las noches te cobijan, sientes su cariño. Las hojas te envuelven como si fueran una manta que absorbe tus sentimientos. Las historias que les narras durante el día se convierten en sueños que protagonizas. Cuando despiertas, ellas están listas para que les cuentes sobre tus aventuras oníricas. 

Lejos de su compañía, el mundo es un lugar insípido. Una historia que solo avanza hacia adelante y opaca tus ganas de vivir varias vidas. Llegas a casa y te reciben con castillos de papel. Las hojas forman edificaciones en las que puedes jugar a ser quien tú quieras y conocer los lugares o épocas que imagines y desees. 

Con el paso del tiempo aprendes a vivir solo con ellas. Afuera no hay nada que te interese. Todo lo que necesitas está en tu cabeza y tus medias naranjas están contigo para ayudarte a crearlo. Renuncias al trabajo y a la vida que supuestamente te llevará al éxito. Las hojas son tus únicas aliadas para cumplir con tus verdaderas aspiraciones. A su lado podrás construir el mundo que anhelas. 

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