Amor de academia y amor de Netflix

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¿Ustedes cómo quieren? ¿No sienten como que hoy en día hay más formas de querer que seres queridos? 

Tenemos estos seminarios y talleres de librerías o universidades donde se lee teoría a propósito del amor, las relaciones y los roles de género; cada uno explicado con términos que no aportan claridad a lo que se busca, como lo heteronormado, la poligamia, la monogamia, el heterocentrismo

Ya ni si quiera sé cómo pedir las cosas entre tanta palabra, me veo enfrente del vato tipo:

“Marcos, ¿te gustaría ser mi vínculo? Entiendo que pedírtelo me pone en una posición de poder, pero podemos establecer las formas de esta proposición si son inconvenientes. También me gustaría definir cómo desarrollarías tu papel como agente o tu rol productivo en esta gestión del amor, pues no me cae muy en gracia la feminización de las labores exclusivas a este género en la situación capitalista, bajo la cual establecemos nuestras redes de apoyo, convivencia y diligencias. Por otro lado, creo que la monogamia me sienta bien con labores de deconstrucción y reglas claras de exclusividad, no olvides la perspectiva de género; después con el tiempo podríamos ser una relación poliamorosa y habría que hablar si sería con tendencia a la poliandría o poliginia. En fin, ¿sí quieres?”.

A pesar de lo abrumador que esto es, una hace sus notas y glosario para entenderse y cachar al otro, estudiando cómo dos, tres, cuatro o cientos caben en una relación. Podrían ser de ayuda las tiktokers feministas o youtubers académicas que aclaran los términos, cuentan sus experiencias, dan más teoría y hasta te invitan a talleres para que entiendas otros talleres. También procuras nutrirlo con infografías de Instragram que te explican, con dibujitos, lo que sientes o podrías sentir por Marcos.

Decides descansar un poco de tanto enredo y pones Netflix, pero solo a mí se me ocurre ver la de Notting Hill, y aunque no me gusta la idea de vivir en Inglaterra con un vendedor de libros, cuando termino de verla lloro, recuerdo a mis exnovios, le escribo a Marcos. Me digo a mí misma, en secreto, que quiero tener esa historia; pero querer esto de verdad sería traicionar todo lo que he trabajado en mis talleres, charlas y mis nuevos planes.

En fin, por el momento otras formas de amor son y seguirán siendo posibles, me queda estudiarlas, inventar otras y disfrutarlas. Como van las cosas, creo que me sale mejor estudiar que amar.

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