Es difícil distinguir entre la realidad y lo ilusorio cuando estoy inmersa en nuestro romance.
Amo cuando pintamos juntos todos los pétalos de tu capa regia para dibujar sobre ellos, y me concedes el honor de tejer tu corona y tus anillos con las flores de nuestro jardín. Nos preparamos para reinar unidos en este jardín que florece con nosotros, donde cada pétalo y cada flor tienen una razón de existir, son anhelos, son sentimientos y actos a los que hemos correspondido dichosos, nuestros valores como personas.
Beso tus labios de chocolate bañados en miel, acaricio tu piel de amaranto con anís y miro atentamente a tus ojos protegidos por tus pestañas de halo solar, veo en tus pupilas una galaxia que al alejarse forma parte de una constelación entre el vasto universo que crece y en el cual existimos.
Así me siento, así te veo, pero todo lo que amo está en mi mente, es un sueño filtrado que deseo vivir.
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