Mi niña

pexels-froken-fokus-127968-thegem-blog-default

Hace ya un tiempo que no sé nada de ti. 

Ya no recuerdo tu dulce voz ni tu pequeño rostro.

He empezado a olvidar tus facciones, tu cabello alborotado y tus manos llenas de pintura, tu sonrisa de oreja a oreja y la alegría que tanto te caracteriza. 

Tal vez esto significa crecer…

Cada mañana me levanto con la esperanza de saber de ti, de mirarte a los ojos y volver a sonreír.

Te busco en cada rincón de mi habitación, entre las paredes verdeazules que me rodean con aquellos dibujos a medio hacer que juraste terminar y entre los múltiples cuadernos que te esperan curiosos por conocer tu próximo sueño.

Te busco, pero no te encuentro…

¿Dónde estás? ¿Qué estás haciendo? ¿Por fin ha llegado nuestro turno? ¿Es hora de que me olvide de ti? 

Todo mundo me lo dice sin cesar, algunos astutos lo susurran a mis espaldas, otros más valientes me lo dicen a la cara o tan solo lo insinúan con sus crueles acciones. 

Algún día esto tenía que pasar… 

No quiero darme por vencida. ¡Por favor vuelve! No te quiero perder. 

Sé que estás aquí, ahogada y perdida en este pequeño lugar, aburrida de escuchar tantas promesas falsas y verme llorar, cansada de que el miedo siempre sea nuestro vestido de gala cada vez que tenemos una oportunidad.

Sé que tienes dudas cada vez que tomamos conciencia de esta nueva realidad, sé que ya no crees en mí. 

El mundo y la vida misma se han puesto en nuestra contra, pero hay un largo camino que debemos recorrer. ¡Y no! ¡No te prometo que esto desaparecerá ni que jamás volverá a pasar, seguramente así será y nada podremos hacer!

Sin embargo, ten por seguro que si te pierdo volveré a encontrarte todas las veces que sean necesarias, seremos tú y yo contra el mundo como hasta ahora, como siempre. Pase lo que pase cuidaré de ti. 

Con cariño para mi niña interior. 

18

Dejar un comentario

X