Retrato Parallax

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Hay miradas que lo dicen todo. En aquel momento lo supe, había terminado. Me detuve y caminé en sentido contrario sin decir nada. Nos habíamos convertido en dos extraños.  Es el error más común de los encuentros: pensar que dos caminos se unen cuando en realidad lo mágico es que se entrelacen. ¿Qué es lo que sigue cuando las cosas terminan?

Llegas a casa y lo encuentras todo igual, pero ya ha cambiado; tienes la sensación de que o bien sobra, o falta algo. Pasas a vivir en diferido, trastocando entre notas, aromas y recuerdos.

Al final concluyes que: libres son los sentimientos, como espíritus salvajes. No es que te lo saques de la manga, es el corazón felino latiendo con desenfreno.

Notas dos cámaras paralelas de seguridad con detector de movimiento, te sientas en algún sitio de la habitación y sin más salta sobre ti. 

—¿Qué hay wiwis? —cuestionan dos perlas de jade. 

Sabes que no puedes mentirle, que eres transparente ante su mirada. Entonces te marchas en silencio pretendiendo que nada pasa. 

Sales de la habitación. Es ahora una mirada distraída la que te nota; da un par de saltos a tu encuentro. Te desenfadas con ella, te sacudes la tristeza entre gritos que no comprende. Su pequeña cola enroscada se menea despidiéndose de ti. Es una pequeña donita que no podrás olvidar.

Desde la ventana una mirada parallax quedará en espera a tu regreso, en un eterno retrato que quisieras conservar en lo profundo de ti. 

Es tarde cuando lo descubres, esos pequeños detalles que dejas escapar como a la poesía que intentas comprender, cuando necesitas sentirle recorrer por tu torrente emocional. Caen los recuerdos como las hojas marchitas de tus flores preferidas, nada es para siempre.

Escondida bajo los huesos, se acurruca la magia junto al deseo. Debajo de las rocas, en la comisura de unos labios, en la mirada de tus compañeros perros y gatos. 

A ellos les susurro al viento: de nada sirve la poesía que no te hace sentir como la mirada de aquellos que creen en ti. 

Si la poesía se esconde en lo mágico de los detalles, todo el tiempo en movimiento, poeta es el que contempla alquímicamente, transmutando corazones.

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