
Para Erika
Dime que no es un sueño,
dime que esto es verdad,
dime que las aves todavía vuelan
y que los peces siguen en el mar.
No te vayas, no desaparezcas,
no te conviertas en polvo,
no mientas, tarde de mi vida.
Dime que estás aquí conmigo.
Desde que te fuiste
mi alma perdió su sonrisa,
dime por favor qué debo hacer,
dime cómo convertir el amor en olvido.
Soportaré mil golpes por ti,
soportaré la idea de vivir sin ti,
pero no me pidas que deje
de pensar en ti, no me pidas
que deje de amarte a ti.
Jamás te besé, pero siento
cómo las palabras que inventó tu boca
mueren lentamente en mis labios.
Uno nunca sabe hasta dónde
puede llegar corriendo,
pero por ti llegaría más allá de la tarde,
más allá de la noche.
Cuando te abrazo siento el reposo,
cuando me abrazas el movimiento:
alma y cuerpo, piel y sangre.
Deja que estas vibraciones entre tú y yo
se vuelvan amor, se vuelvan cariño,
se vuelvan poesía y así, cuando regreses,
no piense mal y sepa
que no es un sueño
que esto es verdad
que las aves todavía vuelan
y que los peces siguen en el mar.
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