Hostil

pexels-imustbedead-10752903-scaled-thegem-blog-default

Bitácora del día de hoy…

Día 537

Todos los miembros de la tripulación han desaparecido, estoy sola, en medio de la nada…

La tormenta de arena es más espesa y respirar es un suplicio; la comida y el agua comienzan a escasear.

Empiezo a olvidar mi nombre, no puedo levantarme y todo ocurrió desde aquella fría madrugada en la que un ser extraño se presentó ante mí. No tenía nombre ni apellido, mucho menos rostro alguno, pero su presencia era verdaderamente escalofriante.

Supongo que este es el fin…

Escucho voces a mi alrededor, una luz tenue se observa a lo lejos. ¿Es un satélite? ¿Una nave?  Puede que me esté volviendo loca, mis ojos se cierran, no aguanto la pesadez.

Vivir y tener como único hogar al planeta Tierra lo vuelve a uno, por demás, un ser incrédulo y obstinado. Crecimos con la falsa idea de ser dueños de nuestras propias decisiones y con una percepción errónea de que nuestras acciones son trazadas con un firme propósito y siempre por voluntad propia, creemos hacer uso de aquello que llamamos libre albedrío.

Qué tontos somos, qué tonta fui…

Han pasado 5 meses desde que volví a la Tierra, jamás creí volver a pisar este suelo firme, pero me alegra poder hacerlo.

No obstante, algo ha cambiado.

Cada mañana él me susurra al oído su existencia y me recuerda que mi cuerpo ya no me pertenece solo a mí; me insinúa sin cesar, en cada paso que doy, que mi realidad como la conocía antes nunca más volverá a ser igual. Mi libertad, que nunca existió, ahora le pertenece a un enemigo silencioso.

 

23

Dejar un comentario

X