
Desde que despierto no dejo de pensar en lo que haré en el día. Como tengo tanto tiempo por delante, termino desperdiciándolo, no puedo evitarlo, mi cuerpo no se ha acostumbrado o, más bien, no lo he disciplinado. Quiero hacerlo, quiero entrenarme para poder saber qué hacer y aprovechar los días, pero no puedo, no sé cómo hacerlo.
«Empieza con los pequeños detalles, concéntrate en lo importante».
Me lo ha dicho esa persona especial que llegó a mi vida desde que estoy en esta nación, un lugar muy tranquilo, amigable, a pesar de tener en su mayoría colores cálidos que varían entre los marrones, naranjas, amarillos… Para algunos puede resultar muy simple o sin vida, pero para mí es lo más hermoso que he visto.
«Concéntrate, ¿ves? Ya estás divagando en otras cosas».
Cierto, siempre termino distrayéndome en cualquier cosa. Desde que me fui de casa buscando nuevas aventuras, no he dejado de desperdiciar el tiempo, tampoco puedo evitarlo. Extraño a mi familia, aunque yo decidí irme. Quiero hacer algo bueno para este mundo, algo significativo, pero no sé por dónde empezar ni si podré lograrlo.
«Puedes lograr lo que sea, no hay nada imposible en esta vida, solo necesitas aclarar tu mente, un descanso te vendrá bien».
¿Un descanso? ¿Ese es mi problema? Desperdicio mi tiempo en nada, necesito hacer algo, tengo que encontrar la manera de hacer que funcione. Mis días se basan en despertar tarde y recolectar materiales, preparar las comidas del día, ayudar a unas cuantas personas que lo necesiten y dormir tarde por sobrepensar mi existencia mientras miro las estrellas, ¿acaso ese no es suficiente descanso?
«Que desperdicies tu tiempo en dormir y sobrepensar, no significa que descanses, necesitas aclarar tus ideas».
¿Y cómo se supone que lo haga? ¿Hablando contigo?
«Hablas contigo también».
Nada tiene sentido, debería estar durmiendo, pero mírate, estás haciendo que vuelva a pensar de nuevo en todo, podría dormir para despertar al amanecer, hacer mis tareas diarias y ayudar a esa gente que necesite ayuda.
«…»
Oh, ahora guardas silencio, que no necesites dormir no significa que puedas quitarme mis horas de sueño, necesito pensar en lo que haré para mejorar mi vida y aportar un granito de arena a este mundo que poco a poco se está yendo por la borda. Deja de reírte, puedo sentirte, no he dicho nada gracioso.
«Es gracioso ver que no te das cuenta del momento en el que resuelves tus problemas».
Gracias por cuidarme y ayudarme.