Al despertar pienso: hoy tengo un evento. No puedo llegar tarde. Hoy vestiré con orgullo la beca roja con el escudo de mi amada facultad impreso en hilos dorados y que representa una oportunidad para llevar la música y la tuna a cualquier rincón del mundo.
Una vez que he tendido mi cama, he tomado un baño y he desayunado, estoy a punto de alistarme. Reproduzco mi lista de canciones favoritas en YouTube y subo el volumen: Sonaron en la noche, acordes de guitarras y dulces canciones…
Saco mi uniforme negro, busco mi capa, busco mis zapatos negros para bolearlos y mis medias. Deslizo lentamente las medias negras sobre mis piernas y en ese instante siento cómo la elegancia y el legado ancestral se entrelazan en un abrazo cálido y profundo.
Y en un sueño viviremos los dos, te seguiré hasta el fin de este mundo…
El uniforme es la siguiente parada en mi transformación. La blusa blanca se une con el pantalón y éste a su vez con el jubón, en una sinfonía de colores que representan seriedad y compromiso. Cada pieza se acomoda en su lugar, me miro al espejo y veo un recordatorio constante de que estoy enraizada en una práctica que trasciende el tiempo.
Selecciono mi beca roja. Sus bordados dorados relucen a la luz y puedo sentir la energía que emana de ella, ajusto los detalles para que caiga perfectamente. Es más que una prenda; es un símbolo de dedicación y pertenencia. Finalmente, los zapatos negros y mi capa completan la imagen, añadiendo una nota de formalidad.
Se esconde la luna, de ronda se marcha la tuna, pero una guitarra quedó en el balcón, llevándose su corazón…
Delineo mis ojos, agrego más color a mis labios, me coloco mis pendientes y mi rosa roja en el cabello. Ya casi es momento de salir, no debo olvidar llevar mi bandurria, una plumilla, algunas cuerdas de repuesto y claro, mi afinador.
El cantar, tiene sentido, el cantar tiene sentido, entendimiento y razón… La buena pronunciación, la buena pronunciación y el instrumento al oído…
Es momento de salir, sobre mi capa relucen los parches de los distintos sitios en donde he estado, abro la puerta y comienza mi día de Tuna…
Viva la Gente del Pueblo
Viva la gente torera
Viva todo aquel que diga
Salga el sol por donde quiera
De Políticas venimos
Por si no tienen amores
Con las botellas de vino
A mitigar sus dolores.
