
Me gusta escuchar música de todo tipo: en inglés, en español, reggaetón, cumbia, salsa o cualquiera que tenga buen ritmo. Dependiendo de mi estado de ánimo escucho algún cantante en específico; también puedo reproducir una canción de mi playlist al azar.
Usualmente, escucho música mientras hago cosas: cuando hago tarea, me baño, limpio la casa, de ida y de regreso de la escuela, cuando voy a dormir, cuando juego, cuando lavo la ropa, literalmente para todo. No me gusta estar en silencio, incluso si el momento amerita estarlo procederé a cantar una canción en mi mente. Me gusta estar escuchando música 24/7 porque me da paz, me ayuda a concentrarme e incluso me motiva a hacer cosas que por lo general me daría mucha pereza hacer.
Sé que esto es malo, pero mientras más alta esté la música mejor para mí. La música me ayuda en todos los sentidos y en uno más profundo me ayuda a no pensar demasiado en las cosas más simples que a veces pueden arruinar mi tranquilidad. Para mí la música es un pequeño escape de lo que me atormenta y es un tranquilizante que me permite evitar el estrés de la escuela; creo que mi vida sería un caos si no tuviera el ritual de la música.