El día en que todo sale bien

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Todo lo descrito a continuación tuvo lugar un buen día, pero a la inversa. Desde la mañana de ese domingo, el test caserofue negativo, por lo que no mucho cambió. Regresé a la cama a dormir hasta mediodía. Desayuné la ensalada que preparó la señora Martha, pasado un rato, subí a la montaña y respiré azul clarito desde el mirador. Disfruté de la vista de los Vallesy regresé a comer dos taquitos de cecina con sopa de médula.

De regreso en la ciudad, la semana transcurrió de lo más tranquila, no tuve que ir con la doctora y mucho menos mesorprendí pues el saquito de células creciente sólo había sido parte de mi imaginación y de un sueño del fin de semana. La doctora me sugirió vitaminas, no tuve que decidir nada, ni pondría en riesgo mi vida por sentirme asustada. No discutí conél, ni me sentí sola ante una decisión que cambiaría el resto de mis semanas.

Fueron buenos días, normales y tranquilos, tampoco falté al trabajo porque todo continúo sin prisas.

Días tranquilos, donde ni siquiera la posibilidad de estar a punto de morir, ni ser revictimizada por el personal de la salud, ni llamarles a mis padres en medio de la noche por una hemorragia, ya que el primer procedimiento no fue realizadocorrectamente, estuvieron en mis pensamientos. Días en los que nada se complicó porque no hubo decisiones de vida o muerte que tomar, días donde todo salió bien.

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