Mi día empezó muy hiperactivo, pintaba para ser muy divertido porque sería una salida de hermanas. Ellas son lo mejor del mundo, siempre me hacen reír. Gracias a Dios que las tengo, somos tres: la mayor se llama Amelia, la de en medio Julieta y luego yo, la menor, Elena.
Las tres nos levantamos temprano, como a las 5 am del sábado, íbamos a ir a la playa y queríamos ver el amanecer. Amelia condujo todo el camino y nos paramos en una tienda para comprar nuestro desayuno. Cuando llegamos a la playa, pusimos el picnic; trajimos palas para clavar en la arena y hacer castillos, también escribimos nuestros nombres en la arena.
Primero comimos, después jugamos con la arena, platicamos de la vida y luego nos metimos al mar. El agua estaba fría al principio, pero después nos adaptamos, jugamos a las sirenas y fue divertido. Estuvimos toda la mañana en la playa.
A las 12 pm nos fuimos a un pequeño restaurante al lado de la playa, comimos y nos metimos a las regaderas, nos cambiamos y todo listo para ir al mall.
Fuimos de compras, nuestros padres nos dieron dinero, aunque Amelia, que ya trabaja, llevaba más. Amelia compró un suéter elegante para su trabajo, Julieta una falda larga de color rojo claro con flores, y yo un vestido corto de color aqua con algunas flores.
Después compramos nieve, era nuestra tradición. Ya eran las 6 pm y nos íbamos a ir a la casa porque iba a llover, pero Amelia pasó por un Oxxo. Nos dio dinero a Julieta y a mí, compramos más snacks y, de repente, empezó a llover muy fuerte. Nos echamos a correr hacia el carro, pero la puerta estaba cerrada y Amelia se reía a carcajadas. Julieta y yo se la íbamos a cobrar después, dijimos que sería su culpa si nos enfermábamos, abrió las puertas y entramos rápido para irnos a casa.
Llegamos y lo primero que hicimos fue bañarnos, este clima era perfecto para hacer una pijamada. Noche de chicas y películas, hicimos palomitas, comimos papas y refrescos que compramos; sacamos los juegos de mesa, hicimos pelea de almohadas y platicamos sobre muchas cosas.
Nos desvelamos hasta las 12 am, nos quedamos dormidas, pero fue la mejor noche de mi vida o, más bien, el mejor día de toda nuestra vida, porque son mis hermanas, mis mejores amigas, quienes siempre estarán para mí y a quienes amo con todo mi corazón.
Soy muy feliz cuando estoy con ellas; cuando veo a mis hermanas son los días más felices.
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