Hola,
mi nombre es el tuyo
Cualquiera de nosotros
podemos encontrarnos
en la misma situación
que tú
que yo
que nosotros.
Vamos caminando
como casi siempre
al mismo lugar
que conocimos hace un tiempo
y si no ibas conmigo
te lo presento.
Ahí
nos hemos sentado a: platicar
comer un croissant
tomar un café
llorar en soledad
escuchar sin querer
sin embargo
también podemos conocer
si tuviéramos confianza.
Es sorprendente que detrás
y frente a la barra
alguien nos podría caer bien.
Entregada a su trabajo
no me imagino
lo que estaría pensando de nosotros
que a veces
nos reímos fuerte.
¿Qué estarán diciendo?
Se ve que la están pasando bien
Parecen enamoradas
Qué flores tan lindas le regaló
¿Qué libro estará leyendo?
Está preocupada
Los agarró la lluvia
¿De dónde serán?
Todo puede surgir durante el día
detrás de la barra,
con el pasar de nosotros.
Cuando me acerqué a entrevistarla
fue difícil,
aunque iba siempre
me resulta complicado acercarme a alguien
sólo para platicar.
No sé la razón,
pero el haberla conocido
en este lugar al que ya casi llegamos
me alegra mucho
pues
cuando cualquiera de nosotros vaya
nos sentiremos en confianza diciendo:
Hola, mi nombre es
el tuyo
¿Me darías un café?
