Poema que escribí para alguien que no existía

pexels-pixabay-302743-scaled-thegem-blog-default

La soledad es bella, si la compartes

con almas que te llenan el vacío.

Eso fue lo que aprendí de ti.

Un miedo, un duelo.

En el verano se esfumó

y se marchitó en el invierno.

 

No sé cómo despedirme

de todas esas ilusiones

que forjamos sin razón.

 

No quiero decirte adiós,

porque juntos éramos luz.

Fuiste el sueño sin final

que narraba cada día.

Fuiste un sueño infinito

que ansiaba a cada hora.

 

Anhelabas un futuro eterno.

Tus palabras aún laten en mi mente.

Al final no pude decirte nada,

solo tenía que despedirme de ti.

Porque nosotros somos luz.

 

Mis recuerdos caen

como hojas invisibles.

Son deseos rotos

que aún no se extinguen.

Como aquellos pactos rotos

a los que me aferré con fuerza

por no poder cumplirlos.

 

Adicto al ruido, adicto a mi falsedad.

Porque el contraste de mi alma

no deja de nublarse.

He consumido toda mi vida,

las plumas mordidas y sin tinta yacen.

¿Cómo es que acabamos así?

 

Alguna vez me preguntaste

¿a dónde quieres llegar?

A una eternidad donde sin mí brillarás…

te respondí con palabras

que solo yo puedo decir con una voz,

que solo yo puedo comprender…

 

Estoy lo bastante cerca

de volver a fingir,

lo bastante cerca

de estar engañado hasta

el punto de no poder regresar,

viendo la eternidad como una imagen.

 

¿Cuándo fue que crecimos?

Creí que había un mundo

detrás del cielo azul.

¿Por qué tengo que decirte adiós?

No quiero dejarte ir, no puedo olvidar.

 

Sé que no estoy bien, pero lo estuve,

porque creí que tú podías

ayudarme a escribir mi historia.

Porque lo que perdí con el tiempo

tú me lo devolviste con una sonrisa,

y aunque fuera solo una imitación,

si pronunciaba tu nombre, resplandecería.

 

Ocultamos lo que oímos,

cerramos lo que vemos,

nos hallamos desatendidos.

Es lo último que preciso,

la locura de “preguntar y responder”.

Ya me lo he contestado más de una vez.

No quiero soltar, así que escribo.

 

Preservar tu arte es mi razón.

por eso quise realizarlo,

por eso quise hacerlo,

por eso es que empecé a escribir.

 

Ese era el nuevo pacto

que simplemente acabó

contigo resplandeciendo sin mí.

Hay cosas que van y vienen,

pero tú, al parecer, no eres una de ellas.

 

¿Por qué no tener más de un sueño?

¿Por qué la esperanza llegó

a una vida que terminó?

Todavía aferrándonos,

tenemos miedo.

¿Acaso eso es lo bello?

 

¿Qué significa morir al final?

Mis ojos están ciegos

y es como si estuviéramos

en la eternidad de alguien más.

 

Me haces desear haberme marchado.

No puedo ser el yo de aquel tiempo,

ni siquiera puedo pisar esa casa.

Es por eso que lo entendí…

 

En realidad, yo no quería

reconocer tu muerte.

 

Es por eso que

seguí escribiendo,

primaveras, veranos,

otoños e inviernos…

Hasta que lo terminé.

 

Es por eso que sé que ya has fallecido

y solo quiero que me lo digas de nuevo,

dime que no importa que camine solo.

 

Esta falsa ilusión termina

en una triste hipocresía de realidad

que dice que pudiera verte

en el último día de mi vida.

Seguramente seguiría gritando

internamente mi amor por ti.

 

Adiós, imagen de eternidad.

Es aquí donde dejo de escribirte.

38

Dejar un comentario

X