
Escribo por mi vacío, por mi soledad. Escribo cosas con las que el mundo puede conectar. Me cuesta hablar, pero al escribir siento que me puedo comunicar con todos. Quizá es una fantasía, algo que solo se cumple en mi pésima poesía.
Quisiera encontrar mi felicidad, pero me cuesta trabajo encontrar cosas que me hacen feliz. Es difícil encontrar motivos para sonreír. La realidad es que no quiero estar aquí. Me siento solo, pero sé que lo merezco. No es momento de arrepentimientos, pero debo desahogarme escribiéndolo: ya no tengo ganas de estar en una vida donde no me siento en paz.
Solo déjenme escribir mis emociones, mi soledad, mis arrepentimientos y todo lo que un muerto deja en este plano. Un día no estaré y mis escritos serán lo único que dejaré. Aunque sé que nadie los leerá. No soy como otros escritores; ni siquiera sé si soy bueno o si merezco mi talento. Solo intento tener mi propio estilo; encontrarme en lo que escribo.
Creo que hay mucho que decir. No le pondré fin a mi vida a pesar del dolor, porque sé que llegaran momentos en los que bailaré, aunque no sepa; cantaré, aunque mi voz no tenga cuerdas; y sonreiré, aunque después haya pérdidas y tristezas. Viviré solo por el hecho de que, algún día, lo que hice en mi vida será recordado por la gente que conocí y conoceré. Por esas personas debo seguir y ser feliz.