Testimonio

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Soy conductor de ambulancia.

No me enorgullece esperar a un desdichado,

para gracias a él, poder comer.

 

Celebro cuando recibo la llamada;

me aterra que alguien descubra mi festejo,

pues alegrarse está mal visto.

 

Aun así, con barriga llena, corazón

 

Otros, también viven de estos actos sucios:

mi primo acaba de abrir una funeraria.

Dice que debería conducir un poco más despacio.

Así, todos ganaríamos.

Bueno… quizá tú no.

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