No te juzgaré si decides irte, pero me va a doler en el alma tu partida. Te extrañaré por el día y te lloraré por las noches. Tus manos no sostendrán más las mías y tus brazos no me cubrirán del frío. Sé que lloraré por días y sentiré un vacío en el pecho. Desearía olvidarte al día siguiente, pero no ocurrirá. No puedo borrar de mi mente lo que el corazón se empeña en guardar.
Fingiré estar bien. Los días pasarán y te olvidaré; quizá sean diez, mil, o toda una vida. No lo sabremos, pero a ti te digo que te amaré en secreto. Esperaré por ti y te querré para siempre, porque, así como me hiciste llorar, también me hiciste feliz y eso es lo que cuenta para mí.
Te extrañaré cuando no estés aquí, pero parte de amar también es dejar ir.