Intensidad

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Te he soñado muchas veces.

Siento el calor de tu presencia;

tus abrazos son tan reales

que al despertar aún siento tu esencia.

 

Es extraño.

No estoy a tu lado y el aire que respiro

se convierte en tu perfume,

elegante y dulce aroma.

Pero no te conozco en persona.

 

Temo por mí.

Será que la decepción me ha llevado

al grado de la alucinación,

y sólo se trate de lo que he anhelado.

 

Trato de imaginar cómo eres,

pero lo físico no ha llegado a mi mente.

Hombre o mujer

Sólo sé que eres un ser de luz,

a quien quiero conocer.

 

Estoy segura de que junto a ti

mi amor si es correspondido.

Es un error, pues contigo

romantizo nuevamente el amor.

 

Todo es bello;

un amor de blanco y negro a la antigua.

Noches a la luz de la luna.

Estar tranquila y gratamente sorprendida

por aquella cena y una larga despedida.

 

No mentiré, te anhelo en silencio.

Las tardes son largas y cansadas;

 pienso en ti mientras observo las figuras

 que las nubes forman en el cielo.

 

No soy Dios para hacerte a mi semejanza,

pero a él le pido que te mande a mí.

 Así tal como te describo.

Ojalá escuche esta alabanza.

 

No estás lejos.

La señal será tu carisma.

Puedo asegurar, que incluso en otras vidas,

la tuya y la mía fueron una misma.

 Aunque tal vez pienses que lo que digo es mentira.

 

Las experiencias, el aprendizaje

y las anécdotas que se han construido,

me han hecho madurar.

Así seré digna de poder tu rostro acariciar.

 

Entérate que ya sé poner límites,

ya sé cómo expresarme;

estoy trabajando mi mente, mi físico

 y mi corazón, que lo ingenua me quitó.

 

Los vicios nunca desaparecerán;

sin embargo, los puedo controlar,

y mis emociones aprendo a manejar.

 

Ya tengo la lista de las canciones

que vamos a escuchar.

He guardado cada vídeo de amor;

ya sé en dónde nos vamos a casar.

 

¿Intensa? Sí y mucho.

A medias el amor no es amor,

es dar todo o nada.

Ante el alma correcta, no me tendré que alejar,

pues me pedirá que no le deje de amar.

 

A lo mejor no te llegué a conocer.

Si le comento al psicólogo

que te estoy escribiendo,

lo más seguro es que detenga la terapia

y me mande al psiquiatra.

 

Es cierto que te estuve esperando

y deseo que lo nuestro no termine rápido.

Que llegue hasta dónde sea sano,

por ti, por mí y para no sentir el vacío.

 

Si no llegas a mí, no importa.

Para eso soy escritora,

y en cada verso de alguna poesía,

la imaginación es grande y se convierte en arte.

Es ahí en donde yo te encontraré.

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