Mandrake

Un día, siendo casi un niño, iba andando por la calle cuando vi una mujer bonita y me enamoré de manera súbita y avasalladora. Ella pasó ante mí y continuamos andando en dirección opuesta, yo volviendo la cara, viéndola distanciarse ágil y noble, avec sa jambe de statue, hasta que desapareció en la multitud. Entonces, con un impulso desconsolado, me volví y me di de narices contra un poste. 

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