Ausencia

pexels-anna-tarazevich-6412276-scaled-thegem-blog-default

Me encuentro sentada en el mismo lugar donde solíamos contemplar tú y yo el atardecer. Recuerdo la sensación de la arena blanca deslizándose sobre mis pies, tu sonrisa que eclipsaba de inmediato la belleza del sol y aquella mirada tuya que hacía a mi corazón palpitar con avidez. Extraño con todo mi ser aquellos días.

He intentado desesperadamente recrear esos momentos: vuelvo al mismo lugar, en la misma fecha, pero todo es en vano, no logro que todo sea como antes.

Es un cambio al que no logro adaptarme, siento que me encuentro nadando contracorriente, me siento desfallecer y me pierdo entre el silencio que has dejado.

Quiero mi vida anterior de vuelta, te quiero a ti, pero sé que es imposible. Ahora tengo una nueva vida, me cuesta trabajo reconocer a la persona que veo frente al espejo cada mañana, mis sentimientos son confusos y una sensación de vacío se apodera de mí conforme avanzan los días. Supongo que algún día podré encontrar nuevamente mi camino… bueno, eso es lo que dicen las personas que conozco, y eso es lo que solías decir tú cuando te sentabas a mi lado y me decías con tu suave voz que no puedo negarme a los cambios, pues de ellos derivan cosas hermosas.

Honestamente, no creo que de esto derive nada hermoso, al contrario, pienso que de esto sólo resultará una herida que con el tiempo formará una gran cicatriz. Ésta será un constante recordatorio de que mi vida ha sido alterada para siempre, porque realmente así es como son los cambios en la vida; son heridas que eventualmente se transforman en cicatrices de todos los tamaños y formas con el único propósito de hacernos saber que hemos lidiado con bastantes batallas a lo largo del camino, que hemos recorrido tanto, y que jamás volveremos a lo que solíamos ser.

Así que hoy, sentada en la arena y con el atardecer como testigo, acepto mi destino, uno en el que me levantaré día a día sabiendo que no puedo continuar aferrándome a una vida donde todo sea imperturbable, donde aún estés conmigo. Seré un ser con cicatrices, pero no por ello seré infeliz.

46

Comentarios (1)

Me gustó una parte de tu escrito. ¿Es alguna clase de género literario en particular?

Tienes talento, Ingrid, sin embargo, debes estar atenta a las ambigüedades. Yo encontré algunas.

Esta es mi aportación: Cuidado con el doble sentido. Sé conciente cuando desees usarlo, por favor.

Haz esto como ejercicio: Piensa qué trataste de expresar cada vez que termines de redactar algo. Acuérdate de que no es lo mismo «Vamos a comer, niños» que «Vamos a comer niños».

Dejar un comentario

X