Sueño espejismo

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Siempre terminamos llegando a donde nos esperan.

José Saramago

 

ABRÍ LOS OJOS.

«Pero, la muerte no es el final del viaje, ¿sabes?», era lo que me decías cuando tenía pesadillas.

Ahora que no estás, me gustaría emprender un viaje para escuchar tu voz por última vez. Me desperté a las 4:40 a.m. porque sentí el eco de tu silencio en mi piel. Sí, un viaje; solo así podría evadir tu ausencia.

Decidí acostarme de nuevo. Por fortuna, los jueves no hago nada más que extrañarte. En mi sueño, las maletas ya estaban hechas con lo indispensable: cuatro camisas, dos pantalones, bloqueador solar, pasta, cepillo y desodorante.

―Que tenga un buen viaje, joven ―dijo amablemente la mujer de al lado.

No contesté. Quizá por la prisa.

Al tomar mi maleta y salir del aeropuerto, el policía solicitó mi boleto. «¿Cuál boleto?», pensé. Para encontrarme contigo nunca necesité un boleto.

Después recorrí toda tu ciudad, buscándote. Siempre le tuve repudio a la capital. Las calles abarrotadas y la gente desanimada por la pestilencia del transporte público me hacían sentir desolado, como si no tuviera alma. Tú no eras como ellos. A pesar de nacer y crecer aquí, la ciudad jamás pudo contigo.

Caminé y caminé, frustrado y hambriento. Hasta que, sin percatarme, regresé a mi habitación. «¿Por qué los sueños son así?», me pregunté a mí mismo. Estaba en la Ciudad de México y, de repente, aparecí en mi cuarto. Igual que la vida misma: sin lógica, coherencia ni explicación.

Pero aún sin resignarme, continué mi pesquisa. Me pareció ver tu silueta junto al árbol de aguacate de mi abuela. Apenas amanecía, por lo que la sombra era débil; sin embargo, podría jurar que eras tú. Mi ficticio viaje hacia ningún-lado había dado frutos.

«Pero, la muerte no es el final del viaje, ¿sabes?», escuché antes de que el sol fulminara tu imagen.

 

―¿Qué haces despierto tan temprano? ―cuestionó mi abuela, que diario madruga―. ¿Otra vez confundes sueños con memorias?

―Hoy no, abuela, hoy no ―le dije para no preocuparla, pero en realidad dudé: «¿Qué tan distintos son?».

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