Hoy, otro viernes, solo tengo por decir que te amo

organizer-g4d9fa4209_1920-thegem-blog-default

Mis almohadas apestan a sal. No hago otra cosa más que invocarte con mi primer suspiro matutino y mi último pensamiento de la noche. Pero hace mucho que tu perfume dejó este lugar. Volviste a jugar conmigo, pusiste las cartas sobre la mesa, esperaste el momento oportuno y tiraste.

-¿Y si… lo volvemos a intentar?

Mi corazón estaba tan inquieto que chillaba como un animal herido una sola palabra.

-Sí, sí, sí, sí…

Pero mis piernas, tan traicioneras como siempre, comenzaron a correr en la dirección contraria. Temblando de miedo, mis pensamientos se convirtieron en un verdadero alud que arrasó con cualquier pensamiento lógico. Terminé haciendo lo que siempre hago. Huí. Por cobardía, por temor, por resentimiento, por… ¿por qué? Me la paso llorando todas las noches por ti, no haces otra cosa más que estar en mi cabeza todo el tiempo. Aun así, cuando me pediste que corriera de regreso a tus brazos, mis piernas me traicionaron y salí corriendo en la dirección contraria, mientras mi corazón gritaba incesante como un animal al que acaban de herir. Ni siquiera sé la razón de mi ser, pero hoy, otro viernes, solo tengo por decir que te amo.

18

Dejar un comentario

X