La estrella que no pudo ser alcanzada

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En una noche de luces, Lucy se encontraba debajo de un gran árbol con cientos de ramas tan largas que parecía que llegaban al cielo.

Al ver las Estrellas, Lucy se percató de que una de ellas tenía un color peculiar y brillaba más que las otras. Al tenerlas frente a sus ojos, su curiosidad la impulsó a avanzar y comenzó a escalar el gran árbol. Cuando sentía que estaba a punto de llegar al cielo, se topó con dos caminos diferentes: dos ramas que parecían igual de largas. Una de las ramas era antigua, con espinas, aunque muy fuerte. La otra rama, por el otro lado, era débil, recién nacida, limpia y sin espinas.

Al ver estas dos opciones, Lucy se preguntó, ¿qué camino debería tomar?

Y entonces avanzó… hacia la rama más confiable para ella. 

Trepó y trepó, sentía ya el brillo de la estrella en sus ojos, y estirando la mano podía sentir su calor. Lucy siguió trepando y cuando trató de alcanzar la gran luz que estaba en el cielo, la rama se rompió…

Mientras caía, Lucy vio cómo esa estrella se alejaba más de ella. 

Se dio cuenta de cómo pudo haber evitado su gran caída…

Al tocar el piso, Lucy se desmayó, tuvo el sueño de tocar esa estrella… pero sabía que ya no sería posible.

Cuando despertó, se percató de su terrible decisión. La rama que había escogido había sido la nueva… se dio cuenta de que, aunque parecía la opción más segura, no era la más confiable. A veces las cosas no son como lo parecen y aunque un camino parezca seguro, a veces no lo es…. 

Lucy descubrió algo. Hay que tener cuidado y ver los factores antes de elegir y tomar una decisión… porque tal vez eso te salve de una gran caída.

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