
(A la hora de la comida)
Un gran plato de sopa de letras frente a mí:
No encuentro las “eses”.
Está muy caliente.
Hay que soplarle.
En mi cuchara hay una “E”
y una “L”;
por encima del jitomate
flota una “J”.
Le hace falta limón.
Y un trozo de aguacate.
Qué difícil se ha vuelto conjurar tu existencia.
Quiero pronunciar tu nombre,
pero no logro acomodar sus letras.
2