Yo siempre prefiero otros caminos

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              I. On the road

 

La vida corre casi siempre a más de ciento diez kilómetros por hora 

en carreteras de sustancias destiladas al oeste 

de una noche con destino a San Francisco

 

donde, como aquí, seguramente nadie te espera,

donde, como aquí, seguramente nada ni a nadie encontrarás 

entre las calles de una ciudad donde se trafica con la oxitocina 

 

corres porque a veces te da asco amar, 

porque hace poco descubriste que, como todo en el mundo, 

el amor no es más que una sustancia animal 

que se fragua al interior de tu masa cerebral, 

porque a veces crees que te hace falta más velocidad, 

pero, aunque tú no lo creas

y en el poema las cosas parezcan huir más despacio,

la vía láctea se aleja del resto de galaxias de la nada

 

crece el espacio en el espacio 

a una velocidad de casi ochenta kilómetros por segundo 

por cada tres mil años luz de distancia 

entre tú y los demás

 

vivimos en un universo de masa constante 

y radio creciente, afirman los científicos, 

pero la verdad es que tú casi nunca entiendes nada


II. La edad del universo

 

Si redujéramos la edad aproximada del universo

a la escala de un año en la tierra 

(según Carl Sagan) 

los átomos serían un asunto de finales de enero o febrero 

y la existencia de la humanidad correspondería 

a los últimos segundos del último minuto 

del treinta y uno de diciembre

 

el otro día escuché en youtube que la estática del televisor 

es quizá la frecuencia de los ecos de los ruidos 

del principio o del final del universo 

y me pregunto hacia dónde van las cosas

 

nadie sabe nada de la vida 

y en la ciudad nos cansamos de los días fabricados en masa 

por niños en China, Singapur o Bangladesh, 

junto a esos jeans que te quedan tan bien

 

en el piso (junto a mis pies) las hormigas van 

de la luz a la sombra y me digo que la vida 

es como esa gatita que se desvela y se divierte cuando duermo

y va del cuarto a la cocina de mis sueños

 

¿acaso alguna idea me pertenece? 

¿acaso algo me pertenece?

 

el camino del Tao es grande,

pero yo siempre prefiero otros caminos

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