Todo comienza en la dimensión 0, ahí tomaron forma las Alegorías, seres que se encargan de elegir, vigilar, tejer, ayudar, dar vida o matar. Estrellas, Tiempo, Destino, Fortuna, Vida y Muerte, respectivamente.
Una persona es un hilo, una dimensión es una gran telaraña. A veces varias telarañas se enlazan y las decisiones en una, repercuten en otra.
Destino me da permiso de ver estos hilos con la condición de que no toque nada. Ver los futuros probables me distrae del horrible trabajo para el que Dios me eligió hace mil años. Me divierte hacer apuestas con los demás sobre las decisiones de las personas. Por cada decisión surge una bifurcación de posibilidades. Cuando se toma una decisión se crea un Hilo final que se cose junto con los demás en la tela del multiverso. Un punto no puede deshacerse una vez que es tejido, aunque a veces se hacen nudos.
He visto amigos encontrarse y separarse en vidas pasadas, simultáneas y futuras. Las mismas personas pueden ser familiares en una vida y enemigos en otra. Lo que más me gusta hacer es ver las historias de amor a través de diferentes vidas y mundos.
Mi pareja favorita es aquella que no debe quedarse junta, aunque Tiempo los separe y los hilos vuelvan a Destino una y otra vez. En la Dimensión1, deben sobrevivir en una ciudad bajo el agua. En la Dimensión2 son bendecidos por Vida, tras despertar luego de probar su valor en la isla de la Muerte. Y en la Dimensión7, Fortuna les sonríe al encontrarse sin tener que separarse. La mujer tiene un alma valiente en cada vida, me hubiera gustado ser como ella y haber peleado por mi amor…
Amor ya no vive con nosotros en el Cielo estrellado, pues eligió vagar entre los seres vivos. Hace siglos que no tiene cuerpo propio (igual que Dios). El trabajo de Amor es mejor que el mío. Yo conozco todo en las dimensiones, pues al final todos llegan a mí, no importa qué camino tomes, todos tienen un solo final.
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