Cruzando caminos

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Fue muy lindo cruzar caminos, lo mejor que me pudo haber pasado para ser honestos.  Prometo que, a pesar de tener tantos caminos, siempre escogí el que creía que me acercaba a ti.

Cuando mi camino torcía un poco intentaba buscar otra ruta que me acercase, y si ésta no resultaba, pasaba días y noches esforzándome en construir otro camino yo mismo, y nunca me pesó, siempre lo hacía con una sonrisa pensando en que al final del camino te encontraría.

Tristemente, sin notarlo, hubo una vez en que no tomé el camino correcto y me fui alejando de ti más y más… para cuando me di cuenta ya estaba muy lejos de ti.

Busqué mil caminos distintos, intenté hacer nuevos, lo intenté con todas mis fuerzas, pero no tuve éxito.

Después de tantos esfuerzos pude estar un poco cerca de ti, creí estar a punto de volver a tu lado, pero me detuviste, tomaste mis manos heridas y cansadas de tanto luchar, dulcemente me miraste con los ojos cristalinos y llenos de nostalgia, entonces de tus labios emergieron desgarradoras palabras, me decías que parase… que no había otro camino.

Me senté por largo rato llorando y maldiciendo el camino que escogí mientras te veía seguir a lento paso, con amargura trazaba más rutas por mi mente, debe haber alguna, me decía, e incluso pensé en ponerle fin a mi camino… pero entiendo que si nuestros caminos se separaron fue por un motivo, porque quizá nos espera algo más en el recorrido.

No le guardo rencor a la vida ni a los caminos, pues fueron ambos quienes nos pusieron en el mismo, al menos por un tiempo; no te guardo rencor a ti por no permitir que hiciera otro camino, ni tampoco a mí por el terrible error de equivocarme.

Aún hay un millón de caminos, espero que encuentres alguno donde seas feliz y espero lo mismo de mí. Voy por la vida sin saber muy bien qué camino seguir, me acostumbré a seguirte el paso por la vereda… solo me queda empezar a caminar, y no te voy a mentir, aún sigo al viento que sopla desde dentro de mi corazón soñando con tomar algún camino que nos vuelva a cruzar… Quién sabe, todos los caminos son posibles.

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