Todos los caminos llegan a Roma

Todos mis pensamientos llegan a ti, parecido a una serie de caminos sin sentido cuyo único fin es guiarme a tu presencia. He intentado olvidarte y despistar mis pasos con métodos poco sanos, como el alcohol y los excesos, pero parece que, sin importar lo que haga o cuánto me esfuerce, lo único que logro es que tu silueta se vuelva más y más lúcida, haciendo que mi única salida sea dar media vuelta para evitar encontrarme cara a cara con tu recuerdo.

Dime, ¿cómo te olvido si todos mis caminos forman tu nombre en cursiva? Dime, ¿qué tengo que hacer para poder permitirme amar, sin el amargo recuerdo de que alguna vez te lastimé?, ¿o es que acaso el fantasma de nuestro amor me seguirá atormentando hasta el día de mi muerte?

Te busco en otros caminos, te busco en otras personas. Hay tantas cosas que extraño de ti, que ni siquiera puedo mencionar una para iniciar. Sinceramente me siento perdido, sin punto de inicio y mucho menos un destino.

Incluso mis lágrimas tienen un camino: salen de mis ojos, se deslizan por mi mejilla y terminan desapareciendo en el todo. Y aunque ocasionalmente toman una ruta alterna surcando mi nariz, no parecen tan perdidas porque todas tienen el mismo destino, tienen un inicio y también un final.

He estado analizando todas mis opciones y todos mis caminos y parece que nuestro destino juntos nunca estuvo escrito. He considerado la opción de pedir la ayuda de una vidente para ver si existe una mínima posibilidad de recuperar lo que alguna vez fue, de seguir aferrándome a tu recuerdo, aunque cada que te veo en mi cabeza siento cómo mi corazón se estremece de dolor a causa de tu ausencia.

Aún te amo y aún te extraño, soy consciente de ello, pero por amor hoy he decidido tomar un camino diferente al tuyo, dar media vuelta y dejar que sigas con tu vida, mientras yo trato de recuperar la mía. Este adiós duele, pero por tu bien y en especial por el mío, hoy decido darte las gracias por tu amor y darle un cierre a este camino. Me muestro vulnerable frente a ti una última vez, muestro mi alma desnuda para decirte adiós, amor, tal vez en nuestra próxima vida nos vaya mejor.

Todos los caminos llegan a Roma. Todos mis caminos me guiaron a ti, pero es momento de tomar un camino distinto al que he estado siguiendo. Tal vez así llegue al país de las maravillas, pero ¿qué tan maravilloso será el mundo, después de haber conocido el universo dentro de tus ojos?