Los aliens son lectores de Ray Bradbury

children-3374845_1280-thegem-blog-default

Amada Amy:

Escribo solo para decirte que tuviste razón todo este tiempo (nunca lo dudé): los aliens existen y, tal como dictaban tus interpretaciones de las runas grabadas en las piedras estelares, resulta que son ávidos lectores de Ray Bradbury.

Ojalá nunca hubieras abandonado nuestra casa, pues ellos vinieron a buscarte aquí debido a que seguían la señal electromagnética que mandaste al espacio exterior desde tu estudio.

Pero no tienes que preocuparte, he redactado un informe sumamente preciso y he recolectado una serie de pruebas infalibles para sustentar todas tus teorías. A partir de ahora, la comunidad científica no tendrá otra opción más que reconocerte como la extraordinaria Científica de lo Extraño que eres. 

Permíteme contarte lo sucedido.

Ocurrió la noche del 24 de diciembre. Descendieron de su enorme nave espacial y tocaron a la puerta. Yo les recibí con gusto y, después de que el líder de la flota me diera un suave toque dactilar en la cien, pude comprender y hablar su idioma. 

Los aliens son muy selectivos. Me dijeron que no querían establecer un contacto permanente con la humanidad sin antes asegurarse de que lo merecemos. Así que les mostré la mejor versión de mí, esperando que creyesen que mis características buenas podían generalizarse. Les hablé del amor, de los esfuerzos que día con día se hacen para preservar al planeta, la bondad, el pastel de zarzamora, las películas de Hayao Miyazaki, la empatía, la fauna, la flora, las artes y el café.

Estaba logrando dar una buena impresión de mí y de la humanidad. Pero lo eché todo a perder cuando inspeccionaron el interior de mi mente (me encontraron en una mala noche; estaba pensando en ti).

Leyeron mi mente y, al visitar mis memorias, sintieron el mismo dolor que yo sentí cuando te encontré debajo de las sábanas con el chico de tu oficina. Se les anudó la garganta cuando te vieron salir con las maletas mientras decías que nunca me habías amado. Y lloraron como lo hice yo cuando dijiste que una persona con mi timidez no tenía ninguna valía y que eso me volvía insuficiente para cualquier expectativa de amor.

Jamás volverán a la tierra porque a través de los recuerdos que tengo de ti descubrieron la crueldad y la visceralidad de las relaciones humanas.

Lo lamento, si tan solo no hubiera estado pensando en ti aquella noche…

Se fueron, pero no dejaron de ser amables: me obsequiaron pruebas suficientes para que sustentes su existencia. En el sobre adjunto a ésta carta encontrarás todo lo relacionado.

 

Siempre tuyo,
-Lu

18

Dejar un comentario

X