Nombre de piedra

pexels-lorraine-steriopol-260339-794083-scaled-thegem-blog-default

I

Mi cuerpo era la casa de los gatos

que se paseaban bajo mis ojos.

 

Era terriblemente hermoso:

los felinos amenazaban

con desaparecer

en cualquier parpadeo.

 

II

Cierro los párpados

cómo se cierran las cortinas.

No veo la luz,

pero la intuyo.

 

La casa a oscuras

parece más grande.

 

III

Dios nunca abrió la puerta de la casa.

 Temía abrir la puerta

y encontrarnos,

o darse cuenta de que nunca existimos.

5

Dejar un comentario

X