Bájate un libro

09 Jul: Rubén

Traga Rubén no brinques Rubén sóplate Rubén no te orines en la cama Rubén no toques Rubén no llores Rubén estate quieto Rubén no saltes en la cama Rubén no saques la cabeza por la ventanilla Rubén no rompas el vaso Rubén, Rubén no le saques la lengua a la maestra Rubén no rayes las paredes Rubén di los buenos días Rubén deja el yoyo Rubén no juegues trompo Rubén no faltes al catecismo Rubén amárrate la trenza del zapato Rubén haz las tareas Rubén no rompas los juguetes Rubén reza Rubén no te metas el dedo en la nariz Rubén no juegues con la comida no te pases la vida jugando la vida Rubén.

Estudia Rubén no te jubiles Rubén no fumes Rubén no salgas con tus compañeros Rubén no te pelees con tus amigos Rubén, Rubén no te montes en la parrilla de las motos Luis Britto 89 Rubén estudia la química Rubén no trasnoches Rubén no corras Rubén no ensucies tantas camisetas Rubén saluda a la comadre Paulina Rubén no andes en patota Rubén no hables tanto, estudia la matemática Rubén no te metas con la muchacha del servicio Rubén no pongan tan alto el tocadiscos Rubén no cantes serenatas Rubén no te pongas de delegado de curso Rubén no te comprometas Rubén no te vayas a dejar raspar Rubén no le respondas a tu padre Rubén, Rubén córtate el pelo, coge ejemplo Rubén.

Rubén no manifiestes, no cantes el Belachao Rubén, Rubén no protestes profesores, no dejes que te metan en la lista negra Rubén, Rubén quita esos afiches del cheguevara, no digas yankis go home Rubén, Rubén no repartas hojitas, no pintes los muros Rubén, no siembres la zozobra en las instituciones Rubén, Rubén no quemes cauchos, no agites Rubén, Rubén no me agonices, no me mortifiques Rubén, Rubén modérate, Rubén compórtate, Rubén aquiétate, Rubén componte.

Rubén no corras Rubén no grites Rubén no brinques Rubén no saltes Rubén no pases frente a los guardias Rubén no enfrentes los policías Rubén no dejes que te disparen Rubén no saltes Rubén no grites Rubén no sangres Rubén no caigas. No te mueras, Rubén.

09 Jul: Felices los normales

Felices los normales, esos seres extraños.

Los que no tuvieron una madre loca,

un padre borracho, un hijo delincuente,

Una casa en ninguna parte,

una enfermedad desconocida,

Los que no han sido calcinados

por un amor devorante,

Los que vivieron los diecisiete rostros de la sonrisa

y un poco más,

Los llenos de zapatos, los arcángeles con sombreros,

Los satisfechos, los gordos, los lindos,

Los rintintín y sus secuaces, los que cómo no, por aquí,

Los que ganan,

los que son queridos hasta la empuñadura,

Los flautistas acompañados por ratones,

Los vendedores y sus compradores,

Los caballeros ligeramente sobrehumanos,

Los hombres vestidos de truenos

y las mujeres de relámpagos,

Los delicados, los sensatos, los finos,

Los amables, los dulces, los comestibles

y los bebestibles.

Felices las aves, el estiércol, las piedras.

Pero que den paso a los que hacen los mundos

y los sueños,

Las ilusiones, las sinfonías,

las palabras que nos desbaratan

Y nos construyen,

los más locos que sus madres,

los más borrachos.

Que sus padres y más delincuentes que sus hijos

Y más devorados por amores calcinantes.

Que les dejen su sitio en el infierno, y basta.

25 Jun: 3

Busco una tarde que nunca dé las siete

para arrancar racimos de risas

de muchachas

y en medio de todo ese alboroto

colgar mi locura de una rama

que dé sombra a mi cabeza

mientras muerdo un señuelo de nubes

con ojos golosos de aventuras

18 Jun: IV

Es el mar

que regresa después de huir mil veces.

Son los días y su paso de langosta

que devora el silencio.

Es el mar y los días:

Son las horas de paso redoblado

y las noches fugaces

con sus lunas que crecen y decrecen.

Es el sol cotidiano y sus fulgores;

el cielo de la noche,

donde asoman sus ojos centenarios

muchas estrellas frías.

 

Soy yo

con una caja resonante

donde guardo preguntas

18 Jun: Otros sueños

En estos días en que escapar de nosotros

o del planeta

es necesario

si nos ofrecieran a un alto precio, pero sólo por una vez

y alegremente perder esta negra conciencia,

por un instante tras el instante

una mañana un día

días

noches de esclavitud

con muchos sueños

de un alto precio y

cada vez más

imposible

de alcanzar.

 

11 Jun: Tedio

A los nueve

el dolor

—visible pero ignoto—

se escondía en el traspatio:

dormitaba

en el óseo fulgor de un viejo limonero

cuyas espinas fragantes de canícula

sostenían por los cuellos

—su única blandura—

culpables chapulines

que al sol se deshacían entre las yemas

11 Jun: Adentros

a veces el dolor

reniega de sus alas

 

seduce a la gacela

del lenguaje

 

y su fosforescencia

entibia nuestros

 

párpados irradia

otros adentros

 

a veces el dolor

no es una ráfaga

 

que tras de bastidores

se desliza

 

al quitarnos el saco

por las noches

 

ni el pez luciferino

que inventamos

 

boqueando silencioso

ante la puerta

 

a veces no es la voz

que atribuimos

 

a nuestro dios infante

el de la culpa

 

sincera y malherida

casi un eco

 

ni el vencido reflejo

el rostro sepia

 

que de tanto esperar

nuestras palabras

 

nos llama con hormigas

en los labios

 

a veces el dolor

es una aguja limpia

 

un mirlo envenenado

que navega

 

en las tardes viscosas

de febrero

 

un pedernal que a veces

casi siempre

 

resucita en el fuego

de otras manos

 

04 Jun: La silla eléctrica

En los días que fui libre

vi los colores de la primavera

y ahora me doy cuenta

que los grises

pueden ser

las mejores siluetas

de la felicidad.

 

En este momento, tiempo y espacio

coinciden:

estoy sentado sobre las cuatro de la madrugada

y hay cuatros

que parecen sillas.

 

Un ex compañero nos cuenta:

 

Las sillas eléctricas siempre

me parecieron cómodas