La comida falta desde hace días. En nuestro refrigerador las verduras, las frutas y la carne están llenas de mordidas. La respuesta más lógica que tiene mi hermano es que…
He llegado a tu castillo atravesando el vasto bosque, derribando muros y esquivando cada trampa. A diferencia de otros días, te pido que escuches, por favor: hoy bajo la guardia,…
Después de siete días o de treinta
o de cuarenta
–ya no sé–
quiero algo suave.
Puede ser la brisa,
ya que no un abrazo.
Algo despojado de ferocidad,
de cifras de muertos o infectados.
Lejos de los sets de la Tv
con sus profetas de catástrofes.
Algo bueno, algo leve,
sin prohibiciones.
A menos que puedan
prohibir el desamparo.
Algo humano,
algo risa, algo niño
en las calles y en las plazas.
Seré muy vieja,
tendré el pelo muy blanco
y estaré en la ventana
como todas las tardes,
con la mirada lluvia,
esperando al cartero.
Me gustan los hombres
que siembran rosas
cuando hablan.
Los de la mirada larga
y los puertos anclados
en las manos.
Me gustan los hombres
silenciosos, casi tristes;
esos que parecen
un grito de amor
en medio del naufragio.
*Todo lo que cambia, donde cambia, deja detrás de sí un abismo.
*El hombre no va a ninguna parte. Todo viene al hombre, como el mañana.