Si pierden la razón las flores
cuando tú las miras,
si como en anteriores siglos
se deshojan al tocarlas,
si al tacto mueren,
si no responden claro
cuando las interrogas,
la razón te asiste:
estás enfermo
y el mundo está construido
para tu desgracia.
El mundo tiene exactamente, cruel,
la forma de tu sufrimiento.